La tasa de inflación mostró una fuerte desaceleración en noviembre, mes en el que confluyeron una serie de medidas entre las que se destacan la implementación del programa Precios Justos y la suspensión de la emisión para financiar el déficit del Tesoro Nacional producto de una reducción del déficit fiscal.
La tasa de inflación mostró una fuerte desaceleración en noviembre, mes en el que confluyeron una serie de medidas entre las que se destacan la implementación del programa Precios Justos y la suspensión de la emisión para financiar el déficit del Tesoro Nacional producto de una reducción del déficit fiscal.
Esa es la visión que surge del análisis que realizaron en el Ministerio de Economía, donde confían en que, sosteniendo los estos lineamentos, se cumplirá con la promesa de una reducción por debajo del 4% en abril de 2023.
Cerca del titular de la cartera, Sergio Massa, subrayan como relevante el ordenamiento fiscal, al reducir de 12,4% el déficit fiscal que encontraron en agosto al 2,5% que confían se registrará al cierre de 2022, cumpliendo con la pauta comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estos recortes permitieron cortar la emisión para financiar el rojo fiscal, una de las principales razones de la suba de precios.
No obstante, esta política tiene como contrapartida la necesidad de aumentar la tasa de interés en las colocaciones de deuda en pesos para conseguir los fondos que cubran el desequilibrio. De hecho, en la última licitación los rendimientos ofrecidos llegaron al 120%.
A su vez, en el Palacio de Hacienda remarcan la política del Banco Central de sostener una tasa de interés real positiva, que incentiva al público a mantener sus colocaciones en los bancos y así evitar más presiones sobre el tipo de cambio.
Entre los puntos que redujeron la inflación al 4,9% el mes pasado, también se remarcó la reconstrucción de relaciones y la recuperación del crédito ante organismos internacionales como el BID y el Banco Mundial, lo que derivó en la aprobación de préstamos que estaban trabados.
A ello se sumó la renegociación de la deuda con el Club de París y el cumplimiento de las pautas con el FMI que concluyen en los desembolsos previstos en el programa de Facilidades Extendidas vigente.
Los funcionarios de Economía también consideraron esencial la implementación del nuevo régimen de importaciones, dado que ordenó las aprobaciones y evitó una sangría de dólares para la compra de productos o insumos que no son prioridad para el aparato productivo.
Acerca del programa Precios Justos, subrayaron que el diseño de un plan con sendero de precios para 49.000 productos y otros 2.000 con precios fijos, ordenó las expectativas y generó que el rubro alimentos tuviera un alza del 3,5%, el más bajo de todos los que releva la encuesta del INDEC.
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