viernes, 30 de diciembre de 2022

El presidente trabaja en un proyecto con 10 políticas de Estado que buscará acordar con la oposición

Alberto Fernández, junto a un grupo de funcionarios cercanos, trabaja en un “plan de desarrollo para la Argentina” que fijen un punto de consenso con los distintos sectores opositores.


En el cierre del año Alberto Fernández tiene varios frentes de conflictos abiertos. El último, y con mayor impacto en la agenda política, es la tensa discusión política que mantiene con el infame régimen de Horacio Rodríguez Larrata por el fallo de la execrable Corte Suprema que le regresó a la ciudad de Buenos Aires un punto de coparticipación que Macri le había dado caprichosamente por Decreto.

Además, en el Gobierno ya se vive un clima electoral, por lo que volvieron a aparecer los mensajes, públicos y privados, contra la alianza opositora de ultraderecha Juntos por el Cambio y el esquema libertario que conduce Javier Milei. 

“Nuestro enemigo político es la derecha argentina”, suele decirle el presidente en su oficina a los interlocutores frecuentes que tiene. Sin embargo, el jefe de Estado, junto a un grupo de funcionarios cercanos, trabaja en un proyecto para el desarrollo de la Argentina, en especial del norte y del sur, que prevé que contenga 10 puntos básicos para lograr un acuerdo con la oposición.

Es decir, lo que busca es que haya 10 puntos vinculados a la producción, el empleo y la economía, que se conviertan en políticas de Estado y que atraviesen el final de su mandato, en diciembre del 2023. Se trata de buscar puntos de acuerdo que vayan en paralelo al proceso electoral.

“Tenemos la oportunidad de sentarnos en una mesa y programar 10 medidas para que se conviertan en política de Estado. Después es como el tango. Hacen falta dos para bailarlo”, le dijo el presidente a un funcionario de extrema confianza durante las últimas horas.

La búsqueda de ese acuerdo se da en un contexto histórico especial. El año que viene se cumplen 40 años del retorno a la democracia. Con esa plataforma, el mandatario nacional quiere tratar de generar políticas de estado que reconfiguren el vínculo con los distintos sectores de la oposición.

Ese trabajo lo lleva adelante junto a la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont. Aunque aún no hay detalles, la voluntad de Fernández es presentar ese proyecto en los primeros meses del año que viene.

“La Secretaría de Asuntos Estratégicos trabaja en forma articulada con las distintas áreas especializadas del Gobierno nacional en un plan de desarrollo de mediano y largo plazo que garantice que la Argentina participe de la transición energética como un actor relevante en toda la cadena de agregado de valor de los recursos naturales”, indicaron desde el entorno de la funcionaria.

Además, destacaron que “las economías del hidrógeno y el litio representan una oportunidad para fortalecer el desarrollo industrial y evitar el riesgo de una reprimarización de la economía”. El trabajo de Marcó del Pont se lleva adelante en conjunto con el ministerio de Economía, y las secretarías de Minería, Energía e Industria.

Y también con los ministerios de Ciencia y Tecnología, Transporte y Ambiente. Además, dentro del cronograma de trabajo están las provincias del Norte Grande y la Patagoina donde se encuentran los recursos naturales. En especial, Jujuy, Salta, Catamarca, Río Negro y Tierra del Fuego.

En la Casa Rosada consideran que existe una gran posibilidad para desarrollar el comercio y la producción en el norte y el sur del país. Sobre todo con la explotación de litio, petróleo e hidrógeno verde. El objetivo político es gestionar un acuerdo con la oposición para lograr estabilidad en la gestión, pero reconocen que “la política es dinámica y es difícil generar acuerdos”.

A fin de enero llegará al país el canciller alemán, Olaf Scholz, que será acompañado por una comitiva de empresarios que tienen intenciones de invertir en la Argentina. En Balcarce 50 creen que en el comienzo del año que viene se generarán oportunidades para que la economía siga creciendo. El mal que aqueja a todo el Gobierno sigue siendo el mismo: la inflación.

“La Argentina de diciembre del 2023 va a ser una argentina sembrada de riquezas”, analizan en la Casa de Gobierno. La expectativa está puesta en que siga creciendo la economía, se amplié la generación de empleo y el plan económico de Sergio Massa funcione, de manera tal que se fortalezcan las reservas y la inflación baje lentamente con el pasar de los meses.

En Balcarce 50 están convencidos que el Gobierno “no enfrentará un proceso recesivo” y que esa situación si se vivirá en varios países de Europa, como resultado de las consecuencias económicas que dejó la guerra entre Ucrania y Rusia. Entienden que lo peor que les puede pasar sería reducir el ritmo de crecimiento, pero descartan que haya una recesión en el comienzo del año electoral.

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