Fue hallado en depósitos de la Policía. Lo anunció el jefe de la fuerza de seguridad boliviana, Jhonny Aguilera, y dio detalles del material represivo que fue encontrado. También precisó que no existen registros documentales de su entrega.
Parte del material bélico que el nefasto régimen de Miauricio Macri Blanco Villegas envió a Bolivia para colaborar con el golpe de Estado contra Evo Morales se encontró en los depósitos de la Policía del Estado Plurinacional.
Así lo confirmó ayer a la mañana en una conferencia de prensa, el comandante de esa fuerza, Jhonny Aguilera, quien también explicó que no existen registros documentales que justifiquen la entrega de las municiones.
“En carácter material están esos pertrechos, pero no existe ningún solo documento. En el curso de hoy vamos a reconstruir qué funcionarios acudieron al aeropuerto cuando arribó el avión de Argentina, donde funcionarios vestidos de uniforme militar entregaron este material sin ningún tipo de documentación a la Policía Boliviana”, dijo Aguilera ante la prensa local.
Qué material se encontró
En concreto, el comandante de la Policía de Bolivia dijo que se encontraron balas anti-tumulto 12/70, granadas y spray de gas pimienta. Todos esos elementos fueron autorizados entre el 11 y el 12 de noviembre de 2019 por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) de Argentina a pedido de la Gendarmería, que llegó en la madrugada del 13 de noviembre a Bolivia, cuando ya estaba en el gobierno la golpista Jeanine Añez. El contingente de la Gendarmería fue enviado, en los papeles, para proteger la embajada argentina y a sus funcionarios.
Uno de los elementos que sorprende es que inicialmente la Gendarmería pidió llevar 3600 balas anti-tumultos, pero, al día siguiente, amplió el pedido a 70.000. En la embajada argentina en La Paz, se encontró una carta del entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) Jorge Terceros Lara en la que agradecía por el envío de 40.000 balas anti-tumulto 12/70. Con las declaraciones del comandante de la policía, se confirmaría que las municiones restantes se repartieron entre otras fuerzas.
El Gobierno boliviano tiene en su poder dos autorizaciones que cursó la Policía boliviana en noviembre de 2019 para que la Gendarmería llevara las armas y las municiones. La primera, del 12 de noviembre, habilita el ingreso de 3600 balas anti-tumulto, lo que se condice con la primera autorización que la Gendarmería formuló ante la ANMaC. La segunda autorización que emitió la Policía boliviana es del 28 de noviembre y ya no figura en ella mención de los cartuchos anti-tumulto.
A Bolivia, la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich Luro Pueyrredón envió un contingente de gendarmes del grupo “Alacrán”, dedicados a operaciones especiales como tomas de rehenes. A diferencia de los gendarmes que conforman los destacamentos móviles, los alacranes no usan armas anti-tumulto, sino que manejan armamento letal. Eso tampoco contribuye a explicar el envío del armamento y de las decenas de miles de balas que se usan para dispersar las movilizaciones.
El Gobierno argentino, a través de los ministros Martín Soria (Justicia) y Sabina Frederic (Seguridad) y la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Mercedes Marcó del Pont, denunció a Macri Blanco Villegas, a Bullrich Luro Pueyrredón, al ex ministro de Defensa Oscar Aguad, al ex canciller Jorge Faurie, al ex embajador argentino en Bolivia Normando Álvarez García y al ex comandante de la Gendarmería Gerardo Otero, entre otros, por contrabando agravado. Esa causa está en manos del juez en lo penal económico Javier López Biscayart y del fiscal Claudio Navas Rial.
En el Ministerio de Justicia evalúan como de gran impacto el anuncio del comandante de la Policía de Bolivia. Las fuentes consultabas estimaban que el descubrimiento confirma que el contrabando agravado existió y ratifica que lo que no existió fue el entrenamiento de los alacranes con los que un alto jefe de la Gendarmería buscó justificar que no volviera ni usa sola de las 70.000 balas antitumultos. También, muestra que todos esos materiales bélicos no fueron enviados para custodiar la embajada, como se invocó en los permisos firmados en noviembre de 2019.
El martes, el ex embajador Álvarez García sostuvo que el armamento fue enviado para custodiar la embajada, pero reconoció que pudo haber existido un "circuito paralelo" para que lo enviado por el régimen macrifascista cayera en manos de las fuerzas de seguridad y armadas que respondían al golpe. "Se aduce que parte del armamento fue entregado a la Policía boliviana o al Gobierno, o a la Fuerza Aérea, qué sé yo. Ésa es la discusión. Es imposible que yo sepa", afirmó en declaraciones radiales.
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