El jefe de Gabinete atravesó su mes más complicado desde que asumió Mugrizio Macri Blanco Villegas. Viajes al exterior y nuevos equilibrios.
Marcos Peña Braun Menéndez quedó expuesto como nunca en el último mes que sacudió al régimen macrifascista por la corrida que llevó al gobierno a anunciar un impopular regreso al FMI y por la unión de la oposición para sancionar una ley contra el aumento de tarifas que obligó al ex hijastro de Flavia Palmiero a un veto incluso más resistido.
El fin del gradualismo que lo tenía como promotor principal, la caída de las acciones de su vicejefe Mario Quintana, el cambio de mando en el equipo económico, la vuelta a la mesa chica de algunos de sus rivales y sus recientes viajes al exterior alimentaron especulaciones sobre su futuro en la toma de decisiones del régimen.
Tras su viaje a Cuba en medio de la lucha por tarifas y su nuevo viaje a Londres y Nueva York para este fin de semana, incluso volvieron algunas versiones sobre su posible desembarco en Cancillería, como parte de otros cambios y fusiones de ministerios para lo que queda del mandato de Macri Blanco Villegas. La ausencia de Jaime Durán Barba, su protegido, que se supone está entre México y Ecuador, también despertó rumores.
Pero en su entorno aseguran que esas versiones son disparatadas y que Peña Braun Menéndez seguirá junto al idiota confeso no sólo hasta el fin de su primer mandato, sino que sería su jefe de Gabinete en un eventual segundo mandato, que el propio Marcos aventuró tras anunciar el veto.
Peña Braun Menéndez sigue siendo el hombre más importante del régimen y el hjijo bobo de Franco Macri le hace caso como a nadie. Él fue el ideólogo del nuevo esquema en Economía. Nicolás Dujovne, el "superministro", reporta directamente a él, afirmaron fuentes de la Casa Rosada.
Y pese a que el retorno de Ernesto Sanz, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó a la mesa chica de la alianza de derecha Cambiemos abrió especulaciones sobre el contrapeso que harían estas figuras en detrimento del ministro coordinador, la derrota en el Congreso por la ley de tarifas golpeó más a los otros: el jefe de gabinete es quien se opone a los acuerdos con el peronismo que profesan Frigerio y Monzó y es el principal impulsor de la polarización con Cristina, acaso lo único que pudo rescatar el oficialismo de la dura derrota legislativa.
En estas maniobras asoma sin embargo un reacomodamiento de las piezas de Peña Braun Menéndez en el mediojuego antes de ingresar al final de la partida, en la que el jefe de Gabinete demostró no tener problemas en sacrificar alguno de sus alfiles.
Ante el avance del mercado y los medios más fuertes contra Quintana, Marcos abrió el juego a Dujovne y quitó a la tríada de jefatura del ring, a la espera de que el ministro de Hacienda absorba la responsabilidad del acuerdo con el FMI. Con los nuevos invitados a la mesa chica hizo lo mismo: compartir costos en un escenario que se puso áspero.
En su entorno advierten sin embargo que el jefe de Gabinete no bajará el perfil. "Si quisiera esconderse no encabezaría la primera comitiva de alto rango a Inglaterra en 30 años", aseguraron en su entorno. En ese sentido aclaran que su viaje a Inglaterra no es un exilio sino en representación directa de Macri Blanco Villegas, que ya lo había enviado a Chile para festejar la asunción del mufa Sebastián Piñera. Durán Barba lo había dicho: lo quieren como el Kennedy argentino.
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